2001:
bebíamos café
en vasos de papel
de camino a Brooklyn
con la mochila pesada,
llena de sueños.
Éramos artistas sin pincel
con el zoom de la cámara
retratando a Lady Liberty
iluminada desde el ferry.
Desmembrándonos el alma
temprano en el andén
y, en el sencillo proceso de entendernos,
pensándonos felices
en aquella ciudad de espejos.
Volvíamos a aquel lugar
de escaleras sin final,
que tú llamabas our place,
entre pentagramas, pizza y carcajadas.
Hasta que aquella muchacha
de voz suave
y sonrisa gentil
se trenzara sin más
en el horizonte de los ojos.
Ante una mirada
que seguía siendo azul
pero que ya no era mía.
Y todo el afecto
la belleza
el futuro
quedaran soterrados
hasta el fondo del miedo
por la ira de la nieve.
Por la ira de la nieve
que con sublime armonía
cayó de lleno aquel día
en el que ya no existía
nada que arreglar.
FOR IRE OF THE SNOW
ByMar Martínez Leonard
2001,
we drank coffee
in paper cups
on our way to Brooklyn
with a heavy backpack,
full of dreams.
We were artists with no brush
with the camera zooming
the portrait of Lady Liberty
illuminated from the ferry.
Dismembering the soul
early at the platform
and, in the simple process of getting along,
thinking ourselves happy
in that city of mirrors.
Going back to the apartment
of endless stairs
that you called 'our place'
among staves, pizza and laughter.
Until that softly spoken girl
with the gentle smile
was braided
without notice
on the horizon of the eyes.
Before a look
still blue
but no longer mine.
And all the affection
the beauty
the future
stayed buried
to the crux of fear
for ire of the snow.
For ire of the snow
that in sublime harmony
fully fell the day
in which there was
nothing else to work out.
Plano del metro de Nueva York de Gothamist / NYC subway map, Gothamist / Foto de Vivienne Gucwa / Photo by Vivienne Gucwa
María Emilia Cornejo enarboló un lenguaje urbano sencillo de ruptura social que la convertiría en icono de la poesía peruana del siglo XX…
María Emilia Cornejo (Lima, Perú, 1949 – 1972) dejaba tras su suicidio, con sólo 23 años, una corta colección de poemas notables que marcarían un hito en la poesía latinoamericana del siglo XX.
Antes de convertirse en leyenda, María Emilia mereció ya un lugar emblemático en el panorama literario de su época, cuando tres de sus poemas con tintes malditos: Soy la muchacha mala de la historia, Como tú lo estableciste, y Tímida y Avergonzada, vieron luz en la incipiente revista Eros, bajo el seudónimo de María Márquez.
Católica y de izquierda, admiradora de Simone de Beauvoir, marxista convencida, enarboló un lenguaje urbano sencillo, aunque de ruptura social, en un momento en que Perú entraba en una dictadura militar y la teología de la liberación propiciaba que muchos jóvenes eligieran deliberadamente la pobreza. Siguiendo estas convicciones, se mudó, tras graduarse en literatura, a un barrio obrero al norte de Lima, Caja de Agua, donde impartió clases en un colegio.
Con un sobrio pero potente estilo minimalista de gran sensualidad y crudeza a la vez, María Emilia ha continuado rompiendo moldes hasta nuestros días, en un escenario de simpatía implícita hacia grupos de lucha social que, sin haber sido expresamente suscritos por la poeta, reivindican ahora su voz.
Pese a habitar un espacio tradicionalmente hostil hacia féminas sobresalientes, su legado logró entrar velozmente en la memoria peruana colectiva, siendo hoy día considerada figura clave de la Generación de 1970, así como precursora de la poesía erótica de los años 1980.
En la mitad del camino recorrido es una antología de su breve trayectoria, publicada inicialmente por Ediciones Flora Tristán en 1989; y reeditada primorosamente por Editorial Todos Leemos en 2018.
Texto: Mar Martínez Leonard
Imagen: Portada de En la mitad del camino recorrido, Editorial Todos Leemos
María Emilia Cornejo (Lima, Peru, 1949 – 1972) left after her suicide, at only 23 years of age, a brief collection of notable poems that would mark a milestone in twentieth-century Latin American poetry.
Before becoming a legend, María Emilia already deserved an emblematic place in the literary scene of her time, when three of her poems with risqué overtones: Soy la muchacha mala de la historia (I am the bad girl of the story), Como tú lo estableciste (As you established it) and Tímida y Avergonzada (Shy and Ashamed), saw light in the incipient magazine Eros, under the pseudonym of María Márquez.
Catholic and leftist, an admirer of Simone de Beauvoir, a convinced Marxist, she embraced a simple urban language, although one of social rupture, at a time when a military dictatorship was emerging in Perú and theology of liberation lead many young people to deliberately choose poverty. Following these convictions, she moved to the suburbs after graduating in literature, to a working-class neighborhood north of Lima, Caja de Agua, where she taught at a school.
With her simple but powerful minimalist style, of great sensuality and boldness at the same time, María Emilia has continued to break the mold to this day, in a scenario of implicit sympathy towards social dispute groups that, without having been expressly endorsed by the poet, now claim her voice.
Despite inhabiting a space traditionally hostile towards outstanding women, her legacy quickly managed to enter the collective Peruvian memory, being today considered a key figure of the literary movement of 1970, as well as a precursor of the erotic poetry of the 1980s.
En la mitad del camino recorrido (Halfway down the road travelled) is an anthology of her brief career, initially published by Ediciones Flora Tristán in 1989; and beautifully republished by Editorial Todos Leemos in 2018.
Text: Mar Martínez Leonard
Image: Sheila Alvarado
43
Empezar otra vez
citarnos en algún lugar que no sea el Versalles
acudir puntualmente
saludar a los amigos
refugiarnos en nuestras tazas de café
y planear hasta agotarnos nuestra huida.
–
Embriagados de amor
rescatamos el color de la azucena,
y entre rosas y geranios
recorremos a cien por hora nuestros cuerpos,
y tus manos
no consiguen encontrar la respuesta a tus preguntas.
–
Alguien se asoma tímidamente
y nosotros
hipócritas
encendemos un cigarrillo.
–
Para entonces
las calles de Lima nos aguardan para gritarnos a la cara
nuestro desamparo.
–
Frustrados y agotados nos despedimos.
Ambos sabemos que no será la última vez.
………………………………………………………
43
Start over
meet at some place other than Versailles
attend punctually
greet friends
take refuge in our coffee cups
and plan to exhaustion our escape.
–
Drunk with love
we rescue the color of the lily,
and between roses and geraniums
we go through our bodies at seventy miles per hour,
and your hands
cannot find the answer to your questions.
–
Somebody leans in shyly
and we
hypocrites
light on a cigarette.
–
By then
the streets of Lima are waiting to shout our helplessness
to our faces.
–
Frustrated and exhausted, we say goodbye.
We both know it won´t be the last time.
—————————————————-
Original poem: María Emilia Cornejo / Drawing: Whispers Bridge in Lima, Quemado 3, Translator: Mar Martínez Leonard
Yo tenía los ojos en esa foto de niño como los ojos vidriosos de un toro entristecido, como solo en la tierra tenía yo los ojos en esa foto en la que mi madre clavó dos alfileres con la finísima delicadeza de una campesina; que queriendo huir se quedó allí cuidando mi alma tanto tiempo que envejeció sin cambiar sus prendas interiores, como animal atado a un árbol envejeció mi madre, yo la miraba con los ojos vidriosos de haber llorado mucho, sola como una baliza olvidada en medio de las aguas.
Yo le tejí un vestido oscuro para su viudez y lloré con ella sin saber a quién por los muertos de la casa, en la casa donde no había muerto gente alguna, yo le leí Job Treinta y ella tornó su cara hacia la luz y se fue yendo como una niña de regreso a casa con los ojos vidriosos de haber llorado mucho.
Yo he llorado a mi madre y ciertamente he llorado al que tuvo un día duro por igual, una vida dura, le he llorado públicamente como un hombre, como un hijo enfermo, mas ella andaba como buscando alguien o algo olvidado en la vasta región de su memoria, no me miró, no me maldijo o dijo nada y entró riendo para siempre en los cuartos interiores de la muerte.
————————— Del poemario Cazadores de la sombra del ave/ Imagen de Polly Chan
Sobre el autor
Adalberto Guerra (Ad. Guerra). San Antonio de Cabezas, Matanzas, Cuba 1967. Reside en Palm Beach, Florida, desde 1994. Poeta, narrador y periodista. Editor de “La Cohoba Magazine” publicación bilingüe que culminó en 2018 después de cinco años. Ha publicado El Desierto que canta (Endowment for Cuban American Studies 1994-Ant. de Poesía), Reunión de ausentes (2001-Ant. de Poesía), Cazadores de la sombra del ave (2009-Poesía), En el lenguaje lascivo de los perros (2010-Cuentos) disponible en Amazon.
By Adalberto Guerra
I had my eyes on that photo as a child like the glassy eyes of a wistful bull, like only on the land I had my eyes on that photo in which my mother nailed two pins with the very fine gentleness of a peasant; who, trying to escape, stayed there taking care of my soul for so long that she aged without changing her underclothes, like an animal tied to a tree my mother aged. I watched her with glassy eyes after having cried much, lonely like a forgotten buoy in the middle of the sea.
I knitted her a dark dress for her widowhood and I cried with her without knowing for who for the dead of the house, in the house where no one had died, I read her Job Thirty and she turned her face to the light and she was going like a girl back home with glassy eyes after having cried much.
I have cried for my mother and I have certainly cried for the ones who had a tough day alike, a tough life, I have cried for her in public like a man, like a sick son, but she walked as if looking for someone or something forgotten in the vast region of her memory, she didn’t look at me, she didn’t curse me or say anything and she entered laughing forever the inner rooms of death.
————————— From the poetry book Cazadores de la sombra del ave/ Image: Natacha Einat/ Translation: Mar Martínez Leonard
About the author
Adalberto Guerra (Ad. Guerra). San Antonio de Cabezas, Matanzas, Cuba 1967. He resides in Palm Beach, Florida, since 1994. Poet, storyteller and journalist. Editor of ‘La Cohoba Magazine’ bilingual publication that culminated in 2018 after five years. He has published El Desierto que canta (Endowment for Cuban American Studies 1994-Poetry Anthology), Reunión de ausentes (2001-Poetry Anthology), Cazadores de la sombra del ave (2009-Poetry), En el lenguaje lascivo de los perros (2010-Stories) available on Amazon.