Cueva de Siete Palacios – CAVE OF SEVEN PALACES

Por Lunnático

Como tantos otros pueblos de España en los que basta rascar un poco sobre sus piedras, Almuñécar, una pequeña ciudad incrustada en las montañas de la costa granadina, cuenta con una riqueza cultural de cuando menos tres milenios, sin contar la parte de la prehistoria cuyos hallazgos no son pocos en estas tierras frente al Mediterráneo. Y no es para menos, dadas las condiciones climáticas de estos litorales.

Sin duda por las costas del sur de España entró la civilización occidental, creando el mestizaje cultural y humano resultado del contacto de los indígenas peninsulares con otros pueblos. Fenicios, egipcios, griegos, romanos y árabes dejaron algo más que polvo: lenguas, artículos de uso diario, técnica, modas y costumbres.

El museo arqueológico de los Siete Palacios, alberga un poco de todo este mixturado cultural que en un momento dado devino a cultura española.

Vídeo-clip por Galileo Contreras en Cueva de 7 Palacios, Museo Arqueológico de Almuñécar

Fotografía de Galileo Contreras, Playa de Almuñécar

By Lunnático

Like so many other towns of Spain in which it is enough to scratch a little on its stones, Almuñecar, a small city embedded in the mountains of the Tropical Coast of Granada, has a cultural wealth of at least three millennia, not counting that part of prehistory whose findings are not few in these lands facing the Meditarranean Sea. And with good reason, given the weather conditions of these coasts.

Undoubtedly, Western Civilization entered through the southern coast of Spain, creating the cultural and human fusion resulting from the contact of peninsular natives with other peoples. Phonecians, Egypcians, Greeks, Romans and Arabs left behind something else than just dust: languages, tools of daily use, skills, fashion and traditions.

The archaeological museum in Almuñécar, Cave of Seven Palaces, houses a bit of all this cultural mixture that at one given point turned into Spanish culture.

Translation: Mar Martínez

Photo of Almuñécar beach by Galileo Contreras

Video-clip by Galileo Contreras at Cave of 7 Palaces, Almuñécar Archaeological Museum

LA FLOR DEL CAFÉ – The Flower of Coffee

Pablo Picasso deambula en la plaza…

Por Mar Martínez Leonard

Pablo Picasso deambula en la plaza

entre churros dulces

y versos dispersos.

.

El negro y el blanco

de un pincel eterno

son pluma y espuma

bajo el sol brillante.

.

Un nombre de hombre  

está escrito

sobre lozas rosas

y lozas azules.

.

Al borde del mar

la brocha ovalada de trazo cubista

nos sueña y saluda

bajo el cielo raso.

.

Doscientas preguntas colgantes

ascienden al aire

entre diásporas

de aluminio azul.

.

Doblan las campanas

y ya es mediodía.

.

Sobre el aceite

caliente, hirviente

de los buñuelos

se alza en la taza

 la «Flor del Café”.

FOTOGRAFÍAS: Galileo Contreras

By Mar Martínez Leonard

Pablo Picasso gads

around the plaza

among sweet churros

and scattered verses.

.

The black and the white

of eternal bristles 

are feather and foam

below the bright sun.

.

A man’s name is written

on rose tiles,

on blue tiles.

.

At the seashore,

the cubist strokes

of the oval brush

dream us

and greet us

beneath the clear sky.

.

Two-hundred questions

float up to the air

among diasporas

of blue aluminum.

.

The bells toll,

and it’s noon already.

.

Over the hot boiling oil

of the buñuelos

the «Flower of Coffee»

gets up from the cup.

Translation: Mar Martínez Leonard

Photos: Galileo Contreras

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La sirenita del Mediterráneo

Por MAR MARTÍNEZ LEONARD

Hace muchos años vivía a orillas del Mar Mediterráneo una muchacha excepcionalmente bella llamada Marina. Era hija única y su padre murió siendo ella muy joven. Algún tiempo después, su madre enfermó de gravedad y Marina se dedicó por completo a cuidarla. La única distracción de la muchacha era bajar por las noches cerca del mar cuando su madre estaba dormida.

Cada noche, Marina iba hasta la playa y se sentaba sobre las rocas. Muchos pretendientes la cortejaban, atraídos por su mirada hechicera, su dulce voz y su largo pelo coral ondulado. Pero ella rechazaba a todos y cada uno de los muchachos que la pretendían mientras estaba posada sobre el arrecife: “No tengo tiempo de encontrarme con nadie”, les decía, “ estoy muy ocupada”.

Poco a poco, Marina se volvió taciturna y contemplativa. Durante sus salidas nocturnas escuchaba las olas romper y observaba la luz de la luna y las estrellas reflejarse en el agua plateada del Mediterráneo. Sus pasos desprendían un aire místico y parecía estar fascinada por el melodioso canto de las aves que nadaban sobre el mar. En algún momento, se empezó a rumorear que había perdido la razón, y estas habladurías llegaron incluso a oídos de su madre.

Un día su madre, intrigada, le preguntó cuál era el motivo de sus visitas nocturnas a la playa, a lo que Marina respondió: “Madre, voy al encuentro de mi amado el Mar”. Muy sorprendida, ella exclamó con inquietud: “¡Hija mía, si sigues así, te convertirás en pez!”

Pero esto no hizo que Marina dejara de bajar a la playa cada noche para sentarse junto al mar y contemplarlo mientras su madre descansaba. Y poco después de esta conversación, la madre de Marina falleció. Tras sepultarla, cuentan los ancianos que Marina bajó a la playa una noche, se desvistió, se adentró en el mar y nunca más se la volvió a ver salir del agua.

Desde entonces se dice que en las noches de luna llena se divisa sobre los peñones de Almuñécar la silueta de una sirenita tumbada observando el horizonte, que después flota sobre las olas y se sumerge en su agua argentada.

En días nublados, se siente un revolotear junto a la lápida de su difunta madre, y una figura invisible se posa en arbustos de buganvillas rojas y doradas, guardando la tumba con su fresco vuelo azul.


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